Se repitió la misma historia que en la final del Australian Open, Rafa Nadal volvió a ceder ante el suizo Roger Federer, esta vez en la final del Masters 1.000 de Miami, por 6-3 y 6-4.
El mallorquín saltó a la Pista Central del complejo de Crandon Park dispuesto a llevarse uno de los grandes títulos que se le resistían hasta la fecha, el Masters 1.000 de Miami. Tras cuatro finales disputadas en el torneo americano, Rafa nunca había conseguido el triunfo. En frente, el rival más temido. Roger Federer comenzó el 2017 en un gran estado de forma, tras estar seis meses parado, consiguiendo los títulos en Australia e Indian Wells.
El partido comenzó con los dos tenistas muy irregulares. El jugador del Real Club de Tenis Barcelona-1899 enlazó los primeros puntos con mucha tensión en el cuerpo. El de Basilea, por su parte, estaba un poco más lento de lo habitual en los últimos días.
En el juego inicial del primer set, Rafa perdonó dos pelotas de break y Roger asestó el primer golpe al defender su servico.El enfrentamiento estaba muy igualado. Ninguno quería fallar. Nadal estuvo muy acertado sirviendo y Federer golpeando de revés. La clave del enfrentamiento llegó en la disputa del octavo juego. El suizo, tras 6 oportunidades de break, por fin logró romper el servicio de Rafa y recuperar de esta forma la confianza en su juego. A partir de aquí, se vio un Federer mucho más suleto que terminó cerrando la primera manga por 6-3.
En el segundo set las cosas continuaron en la misma línea. Los dos jugadores disputaron golpeos muy igualados. Rafa desde el fondo de la pista y Roger subiendo a la red se mostraban muy sólidos. Con el 4-4 en el marcador de esta segunda manga, Roger consiguió volver a romper el saque del mallorquín para dar el estoque final al encuentro. 6-3 y 6-4.
