
El jugador del RCTB-1899 vibró con el reconocimiento que le hizo la ATP
Muchas emociones pasaron por la cabeza de Rafa Nadal en el momento en el que el CEO de la ATP, Chris Kermode, le entregaba el trofeo que le acredita como número uno final del ranking de este 2017. Por cuarta vez (2008, 2010, 2013, 2017), el español termina el año cómo el mejor jugador del mundo y sucede al británico Andy Murray, que lo fue el año pasado. A sus 31 años, Nadal es el jugador más veterano en terminar el año en la primera posición de la tabla desde que se crearon los rankings en 1973.
Un temporada magnífica que sin duda ha visto regresar al mejor Rafa con seis títulos conquistados de diez finales disputadas. El año empezó de la mejor forma con una final brillante en el Australian Open ante Roger Federer. El título se escapó pero las buenas sensaciones vividas dieron un gran empujón al mallorquín.
A continuación, en el siguiente torneo, Acapulco, también en pista rápida, volvió a repetir resultado. Alcanzó la final pero cedió contra el norteamericano Sam Querrey, beneficiado por su portentoso juego al servicio. En la gira norteamericana tampoco cayóel título a pesar de hacer final en el Masters 1.000 de Miami contra Roger Federer.
El título se hizo de rogar, pero llegó con la temporada europea en tierra batida, su superficie favorita. La primera parada fue Montecarlo y sirvió para lograr el primer 10 de la temporada. La final contra Albert Ramos valió para estrenar el casillero del jugador mallorquín esta temporada. A continuación fue el turno de Barcelona, su casa. La final contra Dominic Thiem fue un mero trámite para el balear y consiguió otro diez en el Barcelona Open Banc Sabadell. En Madrid se repitió el triunfo y logró el tercer título del año, esta vez superando a Novak Djokovic en semifinales, toda una prueba de fuego para lo que vendría.
En Roland Garros, Nadal consiguió lo que muchos ni se podían llegar a imaginar algún día, ganar diez títulos de forma individual. El jugador del RCTB-1899 volvió a hacer posible lo imposible en la tierra parisina y se llevó el título número diez ante un Stan Wawrinka que poco pudo hacer para evitarlo.
Con cuatro títulos ya en el bolsillo, la segunda parte de la temporada fue más irregular con derrotas muy tempranas en Wimbledon, Montreal y Cincinnati pero con triunfo brillante en el US Open, su segundo trofeo en Nueva York. El segundo título de Grand Slam de la temporada y consolidándose como número uno ranking ATP una vez más. Una condición que ya no dejaría el resto del año. La gira asiática se saldó con otro título más, el sexto en Pequín y con una nueva final en Shanghai contra Roger Federer, en la que volvió a ceder.