Nadal pierde ante Wawrinka la final de Australia

Nadal pierde ante Wawrinka la final de Australia
27/01/2014

Rafa Nadal no pudo sumar el que hubiera sido su 14º grande al caer derrotado en la final del Open de Australia ante el suizo Stanislas Wawrinka por 3-6 2-6 6-3 y 3-6. Los precedentes del duelo, con 12 victorias de Nadal en otros tantos duelos y ni un solo set perdido, y la trascendencia del escenario, una final grande a la que jamás había accedido Wawrinka, hacían presagiar una final cómoda para Nadal. Pero toda esa lógica saltó por los aires en el calentamiento cuando, según el propio Nadal, ‘mi espalda se quedó clavada’.

El número uno, fiel a su espíritu combativo, afrontó el partido con coraje y trató de pelear obviando su dolencia. Pero no estaba al cien por cien y, en esas condiciones, no había forma de contrarrestar la solidez de un Wawrinka lanzado tras sus victorias ante Djokovic y Berdych. Con un set abajo, las molestias en la espalda se agravaron y, tras pedir la asistencia del fisioterapeuta, acabó cediendo el segundo parcial sin oponer excesiva resistencia. Entonces apareció por momentos el Nadal que todos conocemos. Consciente de sus limitaciones físicas, arriesgó en sus tiros para acortar los peloteos y, ayudado también por el comprensible vértigo que padeció Wawrinka al verse a dos pasos del mayor éxito de su carrera, se impuso en el tercer set.

Pero ya no hubo margen para la épica. Nadal quería, pero no podía, atenazado por unas molestias que provocaban una imagen insólita en su caso, cuando ni siquiera trataba de alcanzar las bolas más complicadas. Más allá de la decepción generalizada por una lesión que estropeó lo que debía ser un gran espectáculo, hay que reconocer el mérito de Wawrinka, que fue capaz de derrotar a un Djokovic invicto desde el pasado US Open y que perseguía su cuarto título consecutivo en el primer grande del año. El discípulo del sueco Magnus Norman ha elevado su nivel, especialmente con el saque y la derecha, y se ampara sobre todo en una mayor consistencia mental. Con esta victoria se cuela en el tercer lugar del ranking ATP y, a sus 32 años, afronta el reto de aportar variedad y emoción a la elite del tenis mundial.

También conviene valorar en positivo el paso de Nadal por Melbourne. Rafa se afianza en la primera posición del ranking, liderazgo que tiene asegurado hasta el mes de mayo tras el resbalón de Djokovic en cuartos. Además, la lesión en la espalda no parece grave y su autoestima, tras su contundente victoria en semifinales ante un revitalizado Federer, sigue intacta de cara a sus próximos retos.