
El jugador del Real Club de Tenis Barcelona-1899 venció en la final del US Open ante el sudafricano Kevin Anderson por 6-3, 6-3, 6-4 en poco más de 2h23 de juego.
La gran manzana fue el escenario de la última gesta de Rafa Nadal, que sigue engordando su palmarés sin vislumbrar, de momento, el límite. El tenista del RCTB-1899 desplegó su mejor versión para barrer a Kevin Anderson y alzarse con su tercer título en el US Open. Tras tres años sin conocer el triunfo en superficie rápida (Doha 2014), a pesar de haber disputado ocho finales, el balear siguió con la tónica mostrada durante todo el torneo y vapuleó a todos los rivales sin piedad.
El partido comenzó con Anderson ganando al servicio y mandando un serio aviso con su mejor arma, el saque. El sudafricano de 2,03m tiene un autentico cañón en su brazo y los primeros aces no tardaron en llegar. A pesar de ello, Rafa se defendió muy bien con el revés cruzado y arriesgó un poco más de lo habitual para buscar la precipitación de Anderson. La estrategia funcionó y Nadal sacó sus servicios adelante con mucha autoridad.
En el séptimo juego, y después de desaprovechar cinco ocasiones, Nadal consiguió un break muy importante para tomar las riendas del encuentro y ponerse 4-3 arriba. La movilidad de Rafa era muy superior a la de su oponente, de mucha mayor envergadura. A continuación, el balear defendió bien su servició y remató el set con un segundo break dejando el casillero en 6-3.
El español y el sudafricano se habían enfrentado en cuatro ocasiones, todas con triunfo para Rafa, el último de ellos este año en el Barcelona Open Banc Sabadell. Sobre pista rápida, también conocía la victoria Nadal. Fue en el torneo de París-Bercy del año 2015, eso si, en un emocionante duelo a tres sets.
En la segunda manga, Nadal dominó mucho mejor cada golpeo de la bola y su dominio en la pista se fue ampliando. El sudafricano, poco a poco, se iba alejando del partido. En el sexto juego, el jugador del RCTB-1899 asestó el tercer break del encuentro para situar el 4-2 arriba en el marcador. Nadal, cada vez más suelto, dominó todas las facetas del juego ubicado en el fondo de la pista y subiendo a la red. Segundo set finiquitado con otro 6-3 y poniendo de pie a las 24.000 personas que llenaban la pista Arthur Ashe del complejo Billie Jean King de Nueva York.
Anderson, desesperado, buscaba con la mirada el apoyo de su box, esperando encontrar la formula para reengancharse con el partido. Su equipo, abatido, poco podía hacer para evitar una derrota que se antojaba clara. El tercer set comenzó con la tónica del último. Las piernas de Rafa se movían a una velocidad endiablada para llegar a cada punto. Otro break más para el mallorquín nada más empezar y contundencia en cada golpeo para llevarse el set por 6-4 y el encuentro con un marcador final de 6-3, 6-3, 6-4.
Alegría inmensa de Rafa, que desplegó los puños al cielo y realizó su coreografía habitual de rabia y alegría. Toda la tensión acumulada las dos últimas semanas afloró tras fundirse en un abrazo con todo su equipo técnico y familiares. La emoción podía verse en sus ojos y su cara de felicidad al recibir la copa dorada fue la mejor instantánea para resumir las sensaciones del manacorense.
El siguiente reto importante del jugador mallorquín, a parte de retener el número 1 mundial hasta terminar el año, será conseguir el único gran título que le falta: las finales ATP que se disputarán en Londres del 12 al 19 de noviembre en el O2 Arena, donde podría encontrarse a otro jugador del RCTB-1899 en el cuadro individual, Pablo Carreño. El asturiano, que se quedó a un paso de disputar esta final del US Open, está completando el mejor año de su vida y espera lograr el billete para competir por primera vez en este selecto torneo con los ocho mejores tenistas del momento.
Los López se quedaron sin el título en dobles
Feliciano y Marc López no pudieron conseguir el título en Nueva York después de ceder en la gran final ante Jean-Julien Rojer y Horia Tecau por 6-4, 6-3, en un encuentro muy luchado por parte de la dupla del RCTB-1899 pero que terminó decantándose del lado de los rivales. A pesar de no conseguir el ansiado título, los españoles completaron un gran torneo, con victoria incluida en semifinales ante los locales y principales favoritos para hacerse con el campeonato, los hermanos Bob y Mike Bryan.